La normal lectura de este post sería la crónica del partido de este sábado. Pero cual ha sido nuestra grata sorpresa que desde otros blogs del mundo cibernauta se nos cita. Queremos expresar desde aquí nuestra alegría para con ellos, no solo por ser referencia futbolística sino que también, referencia literaria. Quizás como por colocar algún pero, sin ánimo de dar una clase magistral desde esta cibertarima, nos atrevemos a hacer varias correcciones. Vayamos por partes (como diria Jack el destripador):
Primero analizaremos la semántica. Tratar a un colectivo de personas como “los del Játiva” no procede con el protocolo y el buen gusto. Jamás se nos ocurriría decir desde este cosmopúlpito que “vinieron a jugar los de pa’llá”. Tampoco se me ocurriría entrar en las entonaciones fonéticas que cada núcleo urbano hace de la lengua. Así pues, deberían referirse por el nombre correcto, tal y como les llega en las citaciones federativas.
Posteriormente, se nos añade una cita textual que refería la crónica del año pasado del partido jugado allí (vease la diferencia entre allí, adverbio de lugar, y pa’lla, adverbio lunar). Se parafrasea a Sigmound Froid advirtiéndonos que nuestras palabras nos hacen esclavos. Quizás se le olvidó la frase completa, y “dueños de nuestros silencios”. Es un buen recurso literario apoyarse en citas célebres para tratar que el poco contenido reververe (para los de la LOXE, brille, deslumbre) entre los receptores. Y ya puestos en materia, solo hacer un pequeño inciso, solo es esclavo quien teme (Séneca). Las palabras no hacen esclavos, como dijo George Orwell, la libertad de expresión consiste en decir lo que los demás no quieren oir. Y ya que no se quiere oir (entiendase leer en este medio), refiriéndonos a la Biblia, como no hay peor ciego que quien no quiere ver pasaré a relatar el sentir de este club, pues solo los sabios hablan (entiendase escriben) porque tienen algo que decir, los tontos hablan porque tienen que decir algo (Platón, no es un plato grande, eso se llama sopera, para los de la LOXE).
Quería relatar la crónica desde mi humilde prespectiva, pero como al parecer tenemos visitantes foráneos, para preservar la imparcialidad y que sea inteligible para todos, he rogado a un gran filósofo apto para todos los públicos que realice la crónica.
Hola amigos, soy Supercoco. He venido a contaros el partido de este sábado. Primero, os diré que el fútbol es ese deporte que se juega con los pies, pero manejados por la cabeza, con una pelota. Se trata de tratarla bien, como hizo el Olímpic, de tener posesión, como hizo el Olímpic y de gustarse, como hizo el Olímpic. Después también hay que meterla, pero a estas edades ya es secundario, tanto en el campo como fuera (ya me entendéis), solo con llegar o estar cerca nos conformamos. Aún así, Paco Rus marcó un gol de esos que hay que explicar y dibujar a muchos, que por no ser capaces de imaginarlo, menosprecian la sabiduría del artista. Pero no siempre la fortuna se alía con quien merece, sino que sigue distintas teorías del caos y entrópicas y llega lo que jamás se puede predecir, que quien no supo, ni llegó, ni se dedicó a este juego, pueda conseguir la misma recompensa que quien si hizo las cosas bien. Y esto es todo niños, espero que la semana que viene aprendamos juntos la canción del cinco.
Para quien no sea adicto a este blog, debo informar que esta lectura puede provocar severos esguinces cerebrales para mentes obtusas. Ninguna frase de este blog tiene un único sentido, ni tan solo dos direcciones. Así que si creeis que cada frase puede tener una doble inteción, estais equivocados, tiene unas cuantas más aunque no seas capaz de imaginar esa dimensión.
No quisiera despedir esta crónica sin pedir perdón a quien se ofenda por mis palabras o a quien no las entienda, puedo enviar dibujos de ayuda. Así pués, no me castigueis por lo que diga, haga o piense, castigadme solo si falto a la verdad, como diria Bayron. O quizás mejor, como diria mi amigo el Fary, castígame más, nena.
INSTALACIONES XÀTIVA
Hace 7 años
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